26 de diciembre de 2011

Eufemismos y perífrasis



La verdad es que estoy de un vago estos días que apenas me soporto, y especialmente los esfuerzos y desvelos de los tres o cuatro últimos para recuperar los datos de uno de los discos duros del ordenador (el más nuevo de los que tengo, un año y un mes apenas) han terminado de baldarme para el resto de los malhadados días navideños, así que me van a permitir que no me extienda mucho hoy, entre otras cosas porque el asunto se comenta por sí solo de puro evidente.

¿Alguien se acuerda del tan traído y llevado (sobre todo en las semanas inmediatamente anteriores a las elecciones de 2008) concepto de desaceleración...? ¿Alguien se acuerda de las furibundas críticas del PP al uso de ese y otros eufemismos...? Pero supongo que sí tienen fresco todavía en la memoria el reciente discurso de investidura de Mariano Rajoy, en el que expresó su compromiso firme por decir la verdad y "llamar al pan, pan, y al vino, vino". Pues bien, hace sólo unos minutos, sin embargo, el nuevo Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha emitido una Nota de Prensa en la que afirma que su titular, Ana Mato, "ha condenado el último caso mortal por violencia en el entorno familiar ocurrido hoy en Roquetas (Almería). Ana Mato ha expresado su más absoluta repulsa por la muerte [...]" para especificar después que "se trata de la víctima número 59 de 2011. El año anterior, 2010, finalizó con 73 víctimas mortales por violencia en el entorno familiar." Como pueden ver ya ni siquiera basta con usar el eufemismo, sino que además hay que envolverlo y darle forma de perífrasis: hasta en tres ocasiones se utiliza la expresión "caso mortal por violencia en el entorno familiar" en lugar de asesinato por violencia machista o de género (que es la que figura en la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, aprobada por amplio consenso parlamentario).

Pero ya esta mañana, varias horas antes, hemos tenido una muestra evidente de lo mismo en uno de los primeros actos de toma de posesión de nuevos secretarios de estado. En ella el flamante nuevo ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, no ha hablado de desaceleración, sino de un perfil: el futuro inmediato es un perfil al que nos dirigimos o en el que nos adentraremos (magnífica pirueta ontológico-categorizadora del ex-Lehmann Brothers' boy, no me lo negarán) y resulta que el perfil en el cual nos adentremos en el año próximo, pues va a ser un perfil... relativamente desacelerado (insisto en lo de relativamente, que en cuestión de categorías ontológicas las absolutas está casi totalmente prohibido usarlas, salvo de puertas adentro del partido y/o del gobierno). En fin, he dicho que no tenía ganas de extenderme, así que escuchen, escuchen atentamente (y/o lean atentamente la transcripción) de sus palabras, todo un señor ejemplo de la más eufemística oratoria que se haya oído en mucho tiempo: 

«Seguramente, en este trimestre, la economía española, pues, eeeh... ha tenido una recaída, y volvamos a una cifra de crecimiento... a una tasa de crecimiento negativa, lo cual va a determinar, lógicamente, que el perfil en el cual nos adentremos en el año próximo, pues va a ser un perfil... relativamente desacelerado. Los próximos dos trimestres —que nadie se engañe— no van a ser sencillos, tanto desde el punto de vista del crecimiento como desde el punto de vista del empleo... Sin embargo yo creo que esto tiene que ser un acicate, tiene que ser un elemento de motivación adicional, para aplicar estas refor... esta agenda reformista que comentaba antes. Los tiempos son difíciles pero son momentos de decisiones importantes, profundas, y que dejen una impronta en la economía española...» 

E imperturbables, flanqueándole (casi se diría amparándole, protegiéndole) los insignes e inefables Josep Mª 'Ansar' y su cuasi-doble canario —sin bigote desde hace ya algún tiempo, quizás para que no le confundan con el original (por otra parte inconfundible, valga la redundancia) o tal vez simplemente desde que intuyó que le podía tocar un ministerio, cosas del perfil del ministrable, ya saben...