18 de enero de 2010

Un poema de 1996


ALLÍ LA JUVENTUD

Alguna vez leímos a Cavafis
creyendo que era un nuevo poeta joven
con ideas magníficas y escaso
sentido de la métrica y el ritmo;
oímos la tormenta musical
de rara perfección con que comienza
Otello sin llegarnos a creer
que su autor fuera el mismo de Traviata;
y sentimos —también por vez primera—
el contacto de otra piel y las caricias
tan distintas, de igual a igual,
la audacia de los besos tras la puerta
que en el momento más insospechado
podían haber abierto nuestros padres.

Y aquello no era nada comparado
con lo que vino luego, la ciudad
desconocida y nueva, con su embrujo
de cines, librerías, discotecas
y sólo juventud alrededor:
en clase, por las calles, en las noches,
juventud embriagada de sí misma.

Tanta era que apenas si —mirándola
pasar a nuestro lado, acariciándola,
queriendo hacerla nuestra—, apenas, digo,
si la vimos brillar en nuestros ojos...


6 de enero de 2010

«Chatversación» literaria





Las redes sociales por las que con mayor o menor soltura nos movemos suelen ofrecer la posibilidad de mantener conversaciones con los contactos que se encuentren conectados al mismo tiempo que nosotros, y algunas incluso la de guardar un historial de esas conversaciones. Tal es el caso de ésta, mantenida en la sobremesa de la víspera de Reyes con un amigo escritor de la generación siguiente a la mía, si damos por bueno el lapso generalmente aceptado para marcarlas de unos quince años, que son —mes arriba, mes abajo— los que nos separan. Como es de suponer, he tenido que editar, siquiera mínimamente, el registro del chat original, plagado aquí y allá de los típicos errores que se producen al tratar de mover deprisa los dedos sobre el teclado o palabras reducidas para mayor rapidez a sus consonantes principales, así como marcas horarias antes de cada post, frases entrecortadas o descolocadas por la llegada de una nueva pregunta antes de terminar la respuesta a la anterior, etc. También me ha parecido innecesario mantener los nombres de los editores, escritores, editoriales o premios mencionados a lo largo de la chatversación (literaria, al fin y al cabo), así como una alusión geográfica y cualquier otro dato susceptible de posibilitar la identificación de mi interlocutor (a cuya benevolente complicidad me encomiendo desde aquí): los he sustituido por denominaciones genéricas puestas entre corchetes. Así que, sin más preámbulos, aquí está lo que nos hemos contado:


–[Interlocutor]: Hola.
–[Angel Paniagua]: ¿Qué tal [Nombre]?
–[Int.]: ¡Felices Reyes!
–[A.P.]: Eso suena muy bien sobre el papel, pero dejaron de ser felices hace ya mucho, y sobre todo dejaron de ser reyes, destronados y degradados a padres corrientes y molientes, ja ja ja…
–[Int.]: Ja ja ja... Oye ¿tú tienes agente literario?
–[A.P.]: No.
–[Int.]: Claro, meterte en una agencia es jodido, ¿no?
–[A.P.]: Si te digo la verdad, es la primera vez en los años que llevo en esto de la literatura que alguien me pregunta si tengo agente. Nunca me he planteado la necesidad de buscarlo…
–[Int.]: Yo es que tengo amistad con [Nombre y Apellido] y ha surgido.
–[A.P.]: ...aunque supongo que debe de ser necesario si se pretende vivir de la literatura.
–[Int.]: Mi amigo [Nombre] se lo ha dejado y me ha dado varios nombres de agencias. Yo sí quisiera vivir de esto pero viviendo en [Ciudad] lo veo lejano lejano…
–[A.P.]: No tengo ni idea, de momento no es mi caso. No sé si seguirá siendo imprescindible vivir en la capital y asistir a casi todos los actos y lo que no quiero decir etc., etc., para hacer “carrera literaria” en los tiempos de la informática…
–[Int.]: No sé, yo me desanimo viendo al hijo de Carmina publicando, a Ana Botella publicando, etc., etc…
–[A.P.]: Pero vaya, que de desanimados está el mundo lleno y no son los que triunfan... Si realmente es lo que quieres tendrás que plantearte dar los pasos necesarios para conseguirlo.
–[Int.]: Pero cómo, si no soy nadie para un agente literario…
–[A.P.]: Ya te digo que ahí no te puedo ayudar porque desconozco totalmente el tema.
–[Int.]: Lo sé, nadie parece querer o poder ayudar…
–[A.P.]: Por ponerte un ejemplo estúpido, pero que sirve, yo tengo amig@s más jóvenes, que han crecido literariamente a mi lado, que hace entre diez y quince años me pedían consejo y listas de los autores que debían leer, me daban sus poemas para que los leyese o les hiciese sugerencias, y que todavía hoy en día, cuando nos encontramos, intentan más o menos disimuladamente aparentar tratarme con una deferencia especial —pero en las entradas correspondientes a ell@s de [Blog literario] no verás mencionado mi nombre…
–[Int.]: ¿Quién es?
–[A.P.]: No es, son, pero no te voy a decir nombres, son vari@s…
–[Int.]: A veces, Ángel, pienso en abandonar, dejarlo todo…
–[A.P.]: Yo sólo pienso en escribir, y distingo total y absolutamente entre escribir y publicar.
–[Int.]: Lo sé pero, por ejemplo, en poesía, no veo accesible ni [Editorial 1] ni [Editorial 2], ni tampoco [Editorial 3] a no ser que pagues...
–[A.P.]: …publicar un libro pagando la edición no es una opción.
–[Int.]: Por eso te digo, yo por el mío primero no he pagado, me encantaría publicar en [Editorial 4] o [Editorial 2] o [Editorial 1], pero lo veo imposible…
–[A.P.]: Claro que sí, como a todos, pero tienes muchas más opciones, editoriales pequeñas que ahora mismo funcionan como “alternativas”...
–[Int.]: …es lo que hago, [Editorial 5], [Editorial 6]
–[A.P.]: …esas que dices o la misma [Editorial 7] de donde leíste con [Escritor 1].
–[Int.]: Sí, sí, pero me parece injusto…
–[A.P.]: Hay que ir pasito a pasito. No hay nada injusto, los editores son empresarios y necesitan apostar por escritores que vendan, al nivel que sea, pero que les dé para poder seguir, pagar a las imprentas, a los distribuidores, etc.
–[Int.]: Ángel sinceramente, te voy a preguntar algo, ¿qué te parece [Escritor 2]…?
–[A.P.]: Supongo que [Escritor 2] tiene agente… Pero aparte creo que es profesor de algo, ¿no?
–[Int.]: Sí, es [Titulación], y trabaja como [Profesión] en un [Centro de trabajo].
–[A.P.]: Pues eso…
–[Int.]: Pero míralo, publica en [Editorial 2] y en [Editorial 8]
–[A.P.]: …y en [Editorial 9] y donde le pidan…
–[Int.]: …y [Título de poemario] no lo veo para premio, sinceramente…
–[A.P.]: Es que ese es otro tema. Los premios publicados por editoriales como [Editorial 2], [Editorial 1] o [Editorial 10] tienden casi todos hacia la propia escudería, y los libros son... Pues eso, lo que cada editor en cada momento cree que puede dar el campanazo, dentro del margen de maniobra que le dejen el resto de los miembros de cada jurado. Pero te repito que eso no tiene nada que ver con la literatura, sino con el marketing editorial.
–[Int.]: Por eso me entristece todo esto tanto… Pues nada…
–[A.P.]: Ánimo.
–[Int.]: No saldré de editoriales pequeñas nunca.
–[A.P.]: Eso no lo sabes, presenta tu libro a los premios… Si de alguno te han hecho sugerencia previa pues mejor…
–[Int.]: …eso hago… y nunca suena ninguna flauta.
–[A.P.]: Si te rindes no sonará.
–[Int.]: A mí [Nombre de editor] me dijo que enviara mi libro al [Premio literario], ¿tú te fías...?
–[A.P.]: Es una opción. Bueno, yo no le conozco, no sé si lo dice ni a cuántos se lo dice. Supongo que de los X a los que se lo sugiera tendrá un favorito…
–[Int.]: …ya…
–[A.P.]: …pero el resto de miembros del jurado también votan…
–[Int.]: Perdona si te doy la brasa, es que hoy estoy quemado…
–[A.P.]: …no te preocupes… Sólo que verás que a veces tardo más en contestar porque estoy en tres o cuatro cosas a la vez, como casi siempre…
–[Int.]: …quemado y triste…
–[A.P.]: Pues sal a dar un paseo y disfrutar de tu hermosa ciudad, de la lluvia: ve a las librerías a mirar y entretener un poco el tiempo, en una palabra, a relajarte…
–[Int.]: ...Gracias…
–[A.P.]: ...o a tomar un café con tu novia o amigos y el desánimo se pasará… Lo que importa, siempre, es la literatura, no estos alrededores enfangados y confusos…
–[Int.]: Me da la sensación de que nos ven como provincianos y no es eso, sólo hemos tenido la mala suerte de no nacer en Madrid…
–[A.P.]: Tal vez… Ah, si tienes algún Cavafis por las estanterías, cógelo y busca El primer peldaño, en estos casos suele ser bastante recomendable…
–[Int.]: Ya… Gracias…

1 de enero de 2010

Dos poemas de Miquel Martí i Pol, para terminar y empezar el año


Portada de la Poesía completa [© Edicions 62, s.a., labutxaca]


ARA QUE L'ANY S'ACABA

Invoco els dies clars, ara que sé
que me'n desposeeix el temps.
                                                 No em vull
subjecte a cap designi que no pugui
sotmetre al ritme encès de les paraules.

A poc a poc, desfaig els rulls del vent.
La font degota lenta i m'acompassa
la mirada i la veu.

Tot se'm revela nou, però l'espera
m'adorm les mans. Només els ulls completen
el cicle tants de cops iniciat
i abandonat.
                     Propòsits?
                                      Quins propòsits?


[AHORA QUE EL AÑO SE ACABA

Invoco los días claros, ahora que sé
que me los arrebata el tiempo.
                                                  No me quiero
sujeto a ningún designio que no pueda
someter al ritmo encendido de las palabras.

Poco a poco, deshago los rizos del viento.
La fuente gotea lenta y me acompasa
la mirada y la voz.

Todo se me revela nuevo, pero la espera
me adormece las manos. Sólo los ojos completan
el ciclo tantas veces iniciado
y abandonado.
                         ¿Propósitos?
                                             ¿Qué propósitos?]



ARA QUE L'ANY COMENÇA

No hi ha ningú que ens perpetuï. Totes
les quietuds i les inquietuds
tenen per límits una cambra closa.

Així s'explica el temps, i el fosc embruix
de percaçar-lo pels racons secrets
de nosaltres mateixos.
                                     Més enllà
de temors i recances, s'obren sempre
blaus horitzons.
                           Res no pot desviar-nos
del curs del riu del viure, però basta
la voluptat d'estimar perquè l'aire
dringui a cada mot i s'allargassi
l'eco que ens fa, si més no, perdurables.


[AHORA QUE EL AÑO EMPIEZA

No hay nadie que nos perpetúe. Todas
las quietudes y las inquietudes
tienen por límite una habitación cerrada.

Así se explica el tiempo, y el oscuro embrujo
de perseguirlo por los rincones secretos
de nosotros mismos.
                                  Más allá
de temores y pesares, se abren siempre
horizontes azules.
                              Nada puede desviarnos
del curso del río del vivir, pero basta
la voluptuosidad de amar para que el aire
retiña en las palabras y se alargue
el eco que nos hace, cuando menos, perdurables.]

[Del libro «Els bells camins» (Los bellos caminos, 1984-1985). Vaya desde aquí mi agradecimiento a Josep Maria Nogueras por su atenta lectura y sus valiosas precisiones y sugerencias para mejorar las traducciones.]