31 de octubre de 2011

Un poema de 1987 y una cita de 2011




LA CITA:
«El libro es un objeto en el que el tacto cuenta y también el olfato, mezcla en ocasiones de tinta y polvo [...] tras la lectura de un libro acostumbran a quedar pequeños testimonios del lector, quizás una ralladura o un viejo billete de metro o, incluso, alguna nota. Nada de ello pasará en el caso de la pantalla. Le falta ese toque erótico que proporcionan tacto, olor y también el rastro de su historia.»
En "También quiero libros digitales", de Laura Tramosa
[Artículo completo aquí].

EL POEMA:

ERÓTICA CON LIBRO

No podía dejar de oler el libro,
parecía un poema aquel olor,
un poema más, de tan hermosos
que hacía los poemas.

Daba gusto tenerlo entre las manos,
estudiandoel lugar de cada letra:
el defecto más pequeño me lo hacía
más amable, la huella de las letras
de la página anterior.

Difícil la lectura, regresando,
volviendo a oler la página, el perfume
real entre los versos, releyendo
olor y suavidad, metía mi rostro
y rozaba con mi piel aquellas líneas,
gozaba en sus caricias un placer
más parecido al placer que otorga un cuerpo...

Cuerpo siempre dispuesto a restregarse
y a mirarme, dispuesto a acariciar
dulce mis ojos, a entregarme el olor
de tanta piel cubierta de poemas,
o sólo a hablar conmigo, a acompañarme.
(De En las nubes del alba, 1990)

2 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

Es delicioso ese placer, casi sensual, la "felicidad clandestina" a la que alude Clarice Lispector, la relación intransferible que nos liga a los amados que no conocemos.
Como podrás adivinar, me ha llegado y me ha gustado.
Un abrazo agradecido.

pe-jota dijo...

Por eso, aún a día de hoy, soy de los que gusta ir a las librerías con mayúsculas y no a las librerías mayúsculas, es un rito, una devoción.