12 de octubre de 2011

Matthew Shepard, 13 años




Los hechos son de sobra conocidos por una amplia mayoría de los hombres y mujeres homosexuales de todo el mundo occidental, pero práctica y lamentablemente desconocidos por el resto fuera de los EE.UU. Lo esencial de la historia es que la noche del 6 al 7 de octubre de 1998, Matthew Shepard, un estudiante de Ciencias políticas de la Universidad de Wyoming al que le faltaba un mes para cumplir los 22 años, de buena familia (su padre era inspector de seguridad una plataforma petrolera en Arabia Saudí), bastante guapo y físicamente atractivo a pesar de su complexión delgada y su baja estatura, "estaba sentado en la barra del Fireside Lounge bar de Laramie, tomando una cerveza, cuando dos tipos se le acercaron y entablaron conversación con él. Matthew les indicó que era gay, y ellos le dijeron que eran gays tambien" según escribió en su crónica el periodista del New York Times James Brooke que le había contado entre lágrimas Walter T. Boulden, uno de los amigos del muchacho y profesor universitario de trabajo social allí.
Esa noche Matthew fue secuestrado, vejado, brutalmente golpeado, robado y torturado por esos dos sujetos, Russell Arthur Henderson y Aaron James McKinney, que se habían hecho pasar por gays para entablar contacto con él. Muchas horas después, un hombre que paseaba con su bicicleta por las afueras de Laramie observó a cierta distancia una especie de bulto de algún modo sujeto a una valla de rancho. En un primer momento pensó que pudiera ser un espantapájaros por la forma en que tenía los brazos extendidos, pero al acercarse comprobó que se trataba de un cuerpo que había sido atado a la valla, parcialmente quemado y lleno de golpes, cardenales, magulladuras y sangre reseca. Era el cuerpo maltratado y ya casi sin vida de Matthew Shepard, el estudiante universitario abiertamente gay que había sido 'crucificado' a la valla más de 18 horas antes...
Acostumbrado a la vida en Europa y en Denver, Matthew, un estudiante de lengua extranjera que quería convertirse en diplomático, se encontró viviendo en esta ciudad de poco más de 27.000 personas aisladas. Matthew había nacido en Casper, la capital del cinturón petrolífero de Wyoming, y pasó gran parte de su juventud allí, antes de ser enviado a estudiar a un internado suizo (donde estudió árabe y alemán) y regresar a los Estados Unidos para asistir a la Universidad de Wyoming, en la que había estudiado su padre. [Continuará]

2 comentarios:

Javier dijo...

Es una historia de la que aún hoy en día me acuerdo, así como de las reacciones de ciertas personas, cosa que obviamente no vale la pena ni comentar, creo que por suerte algo hemos avanzado, pero no lo suficiente.

Ángel dijo...

No, ni mucho menos lo suficiente, por desgracia, mira si no el lío de hoy mismo en twitter (y creo que el que se lo ha montado a los de @marianorajoy es un paisano mío...)