23 de marzo de 2013

JOVEN POETA DE MARCHA


“Tras una semana comprobando que el alcohol, el ruido y el gentío distraen pero no tapan la tormenta interna, una noche en mi casa, en mi pueblo, en mi cama y en silencio. Asusta un poco este puto silencio.”
MANUEL PUJANTE

A Manuel Antonio Sánchez-Pujante Fernández


El alcohol, el ruido y el gentío,
la barahúnda loca de conciencias
vomitando en el suelo —adolescencias
absurdas, demoradas—, griterío

de zanguangos campando a su albedrío,
organizando grescas y pendencias
brutales —sin medir las consecuencias
de sus tercos desmanes—, plumerío

de armarios que te buscan, te magrean
—y de pronto se hacen los machitos
para disimular—, y ahí sentado

—mirando a nadie, absorto y apartado
de cuantos a tu alrededor vocean—
tú, intentando abstraerte entre sus gritos.

2 comentarios:

santandreu dijo...

Excelente soneto. Me ha gustado la combinación de palabras cultas ( barahúnda, albedrío ) con vulgarismos ( magrean ). Lo de "zanguangos" es un puntazo, aunque el cartagenero típico siempre ha dicho "singuangos".

L.N.J. dijo...

Hola, estaba leyendo el poema y a la vez la cita de Manuel Pujante. Qué maravilla escribir así o sentirse así, no sé.

Saludos