21 de marzo de 2011

Cartas de los editores (I)




Finales de septiembre: [Autor] escribe a [Editor] comentándole que ha seguido desde el principio la trayectoria de su colección de poesía, que admira mucho la labor que la ha convertido en uno de los más interesantes proyectos editoriales del panorama español en este campo; y que, habiendo dado fin a su libro [Título] y pensando en la posibilidad de publicarlo, le gustaría someterlo a su consideración. Sin otro particular, y agradeciéndole de antemano su etc., le reitera su etc., etc., y le envía un cordial saludo.
Finales de noviembre: [Autor] recibe de [Editor] la siguiente carta:

Estimado amigo:
He leído en cuanto he podido —debo decirte que con más rapidez de lo que resulta habitual en estos momentos en [editorial] por la acumulación de originales y la falta de medios— el libro que me remitiste. Te felicito. Sinceramente. Hay una sabiduría en la arquitectura de tus poemas y una honda palpitación que me han hecho disfrutar de sus palabras. En especial, la parte que da titulo al conjunto me parece muy meritoria. Me parece tremendo saber —tú nos lo recuerdas— que [cita versos del libro].
Desgraciadamente, a pesar de las apariencias, [editorial] no está atravesando un momento especialmente feliz. Estamos asumiendo muchísimos riesgos y constato que, a pesar del apoyo de la critica, los lectores o no se enteran o siguen prefiriendo regalar por Navidad el Premio Planeta. Por ejemplo, una novela como [título] de [novelista] está considerada por un selecto grupo de gente como una de las mejores obras de narrativa española de los últimos años. [Suplemento literario] le dedicó media pagina. [Otra editorial] quiso publicarla en la misma colección que Soldados de Salamina y con el mismo tratamiento. Pero, ¿el publico...? Nada, nadie. En estas circunstancias, me veo obligado a ser muy cauto para poder seguir publicando y manteniendo este proyecto. Pero te digo sinceramente que me gustaría que mantuviésemos este contacto que ahora iniciamos, a ver qué sucede en el futuro. Yo te animo —y esto pocas veces lo hago— a que muevas tu libro por premios y otras colecciones que arriesgan. Además de [editorial], también han aparecido otras, por fortuna.
Quedo a tu disposición para cuanto me sea posible. Un abrazo.

Finales de enero: entendiendo de la carta anterior que a [editor] le ha gustado el libro y que el único impedimento para la publicación del mismo es de índole económica, y tras consultarlo con algunos amigos y/o escritores conocidos, así como con personas de la administración de su comunidad autónoma, [autor] escribe nuevamente a [editor] comentándole que si el problema es económico, la consejería de cultura de su comunidad ofrece varias posibilidades que lo subsanarían en gran parte, entre ellas la fórmula de coedición con [editorial pública regional] ya practicada con otros autores y editoriales, o bien las diversas convocatorias de ayudas a la edición, que en ambos casos cubrirían prácticamente los gastos de la misma.
Finales de marzo: [autor] recibe de [editor] esta segunda carta:

Querido [autor], te agradezco los esfuerzos y el interés por facilitar la publicación de tu libro. Son gestos que no se olvidan.
Yo he estado pensándolo bastante durante estas semanas y, al final, tengo que rendirme a la evidencia de que ha llegado la crisis en este inicio de [año]. En relación a la otra carta que te escribí, la situación actual ha empeorado. Hay un exceso de novedades, que se ha convertido en una amenaza para las editoriales. Por tanto, hay que reducir el volumen de publicación, porque el problema ya no es sólo vender o no vender —¡Hamlet!—, sino ahogar a las librerías con novedades o no ahogarlas.
De todas formas, estoy seguro de que un libro como el tuyo —y más con un apoyo económico, porque todo ayuda— no tendrá dificultades en encontrar editor. Lo digo y lo deseo sinceramente.
Otra cosa que se me ocurre son los premios. En la actualidad [editorial] publica los que me parecen adecuados: [premio de poesía] y [otro premio de poesía]. Este último, por diversas razones, me parece bastante idóneo para tu libro. Pero soy consciente de que ello es dilatar la publicación —y, además, todo premio es una lotería, y yo sólo puedo invitar a presentarse, no garantizar nada—, y de que tú, legítimamente, desees ver publicado tu libro cuanto antes.
No sé. Dime algo si te parece. A mí me queda un regusto amargo de todo esto, pero no hay más cera que la que arde. Y el problema es éste: acumular libros o no acumularlos.
Mi más fuerte abrazo.

12 de marzo de 2011

Tsunami


(Arrasando costa de Iwanuma,  norte de Japón © AP Photo/Kyodo News/El Pais)


 TSUNAMI

Sólo una intención, un caudaloso
océano que anega de repente,
cultivos o jardines, casas, vidas,
destrucción repentina, limo fértil,
los abrazos y lágrimas que siguen,
los gritos, las sirenas,
helicópteros, aspas, torbellinos
de barro levantándose
sobre el breve hormiguero horrorizado
y una nota pedal: el ominoso
sonido —sordo y seco— de la lengua
de mar arremetiendo contra todo...
Después silencio y humo.

A pocos metros, cientos de objetivos
en busca de la imagen
más impactante, añaden poco al puro
espectáculo de la naturaleza
mostrando su dominio,
dictando una vez más su ley, haciendo
valer su poderosa
razón irracional frente a nosotros.

Sólo una intención sin meta, ajena
a dolor o piedad humana alguna,
altiva, inexorable, indiferente.

8 de marzo de 2011

Segundo aniversario (o lo que este blog no es...)


Se cumplen hoy dos años desde que empecé este blog celebrando el Día Internacional de la Mujer que cumple ahora cien años, con una entrada en la que daba cuenta de un desafortunado comentario machista, una pequeña pero significativa anécdota ocurrida durante un concierto-homenaje de cantautores murcianos a Luis Eduardo Aute, después de una lectura suya en la universidad de Murcia. Ni esa ni ninguna de las cuarenta y dos entradas posteriores (incluyendo tres que siguen en estado de borradores) da cuenta per se de un denominador común, porque en ningún momento pretendí que este fuera un blog temático al modo de los muchos que conozco y sigo con mayor o menor asiduidad, así que, llegados a este punto, parecía oportuno responder a algunas cuestiones que directa o indirectamente se me han planteado desde entonces.

Este no es un blog de actualidad, por mucho que un alto porcentaje de mis horas de consumo televisivo se lo lleven los canales de noticias y las tertulias políticas, y por más que sean los vicios y defectos del sistema político español y de la sociedad que lo sustenta que me estomagan y que con gusto entraría a comentar o debatir (de hecho lo hago a diario con familiares, amigos y conocidos), pero arrogarme el papel de periodista o columnista de opinión pagado de mí mismo
en sentido tanto figurado como real no es una de mis ambiciones: soy demasiado consciente de mi carácter disperso e indisciplinado como para autoimponerme la tarea de ir dando cuenta por escrito de acontecimientos que van sucediéndose en España y en el mundo a un ritmo tan vertiginoso que puede que en un lapso de tiempo mucho más breve de lo que esperamos o podamos llegar a creer lo hayan transformado profundamente, y mucho me temo que no para mejor.

Aunque en un par ocasiones haya hablado de fútbol e incluso colgado un a modo de poema celebratorio de un jugador concreto, este no es un blog de fútbol, un deporte que me gusta pero que cada vez veo menos por la irracionalidad de los espectadores, la brutalidad en el campo consentida o sancionada por los árbitros según de qué equipo sea el jugador, las competiciones adulteradas desde la federación —me refiero al caso español, que es el que conozco de cerca: ¿alguien ignoraba allá por noviembre quiénes iban a jugar la final de la Copa del Rey?—, los locutores que no se molestan en ocultar su afinidad o entusiasmo por una escuadra determinada ni su condescendencia o abierto desdén por el resto, o la rotunda negativa (en pleno siglo XXI) a introducir avances tecnológicos que evitarían situaciones injustas y ridículos bochornosos como el del pasado Mundial (si se introdujera la tecnología se reducirían los "errores" arbitrales y con ellos las posibilidades de amañar desde la federación los partidos, y entonces a lo mejor ganaba la rimbombante Liga BBVA un equipo distinto del Barça o el Real Mierdrid y ¡ah, no!, hasta ahí podíamos llegar). Un deporte, en fin, en el que mandan los intereses económicos, y el dinero prefiere lo zafio, lo gregario, lo manipulable...

Ni es este un blog de ópera o música clásica (que los hay
algunos magníficos enlazados en apartado propio en el bloguerío de la columna derecha) aunque ambas sean algo para mí tan importante o más que la lectura —en especial desde que mis desigualmente astigmatizados ojos empezaran a frecuentar una amistad tan poco recomendable como la de la presbicia— y haya dado cuenta de alguna producción en cuyo libreto se me invitó amablemente a participar (con un texto que después aproveché para matizar y ampliar aquí) o del fallecimiento de algunos cantantes señeros, cuyas interpretaciones no podrán borrar las buenas o mejores que han venido y vendrán después, porque son —cuando menos— parte de la formación de mi memoria auditiva, y el subconsciente tiende a comparar cualquier nueva interpretación de una ópera o pieza musical con la primera que oímos de esas obras.

Y tampoco es un blog de cultura en general ni de literatura o poesía en particular (aunque circunstancialmente haya dado cabida en él a poemas propios o ajenos, o me haya hecho eco de la aparición de los nuevos números de revistas literarias en las que he colaborado, o del libro de algún amigo que tuvo a bien pedirme unas palabras para su presentación), ni de comentario, reseña o crítica de libros, por las razones que pueden deducirse fácilmente de lo ya dicho —en esta y en alguna entrada anterior— y otras muchas que tienen más que ver con "las numerosas miserias inherentes a la condición humana mortal", por decirlo con palabras de Karol Wojtyła: no soy ningún bicho raro y —aunque a veces pretenda lo contrario— me importan y afectan las actitudes de los demás o la ausencia de ellas ("for there is only one thing in the world worse than being talked about, and that is not being talked about"); pero fundamentalmente porque las editoriales no parecen estar interesadas en lo que pueda opinar en su blog un autor del que apenas nadie habla y al que nadie o casi nadie tiene interés en leer, y —como acaba de escribir (aquí) mi buen vecino Santiago Delgado— "el mercado es sabio y dispone según arcanos inextricables sus decisiones. Inútil y engreído es quejarse". Tiempo habrá en sucesivas entradas de volver a incidir (o no) con más detalle en estas y otras cuestiones; por el momento, gocemos de la inmensa libertad de estar fuera de ese juego de gabelas e intereses.

Faltaría, con todo, a la verdad si no dijera que a lo largo de este tiempo —sin pedirme ni sugerirme
implícita o explícitamente que escribiera sobre ellos en el blog— algunos poetas me han hecho llegar amablemente sus libros, la mayor parte de los cuales leí —y el resto sigo leyendo— al ritmo que la vista me permite, y no quiero dejar de siquiera mencionar aquí sus nombres: son (por orden alfabético) Mari Cruz Agüera, Virginia Cantó, Juan de Dios García, Antonio Llorente Abellán, Mario Lourtau, Antonio Marín Albalate, Cristina Morano y Alfredo Rodríguez. Alguno además me ha facilitado no sólo los suyos sino también los de otros poetas, bien porque me haya oído mencionarlos o porque ha pensado que me gustaría leerlos, y así me acompañan estos días las últimas entregas de José María Álvarez y José Daniel García. Debo consignar también aquí el envío de algunas muestras de su catálogo (la antología Planetario y tres cuadernos de la colección "Planeta clandestino") que me hicieron los amigos de Ediciones del 4 de agosto por mano de Jorge Salmerón, uno de los miembros de su consejo editorial.

Una pequeña pincelada biográfica para terminar. No soy ningún ángel (antes bien al contrario) y a veces me autoengaño fingiendo que carezco de principios, pero quienes me conocen bien saben que alguno tengo, que soy profundamente fatalista (y por ende vitalista), que me he ido volviendo con los años cada vez más esquivo y taciturno y que he perdido casi por completo la fe en la amistad —entre muchas otras cosas. En eso andamos, en el casi...


3 de marzo de 2011

El Museo Gaya rendirá homenaje a la poesía con los versos de Soren Peñalver




Este año el Museo Ramón Gaya no va a celebrar el Día del Libro sino el Día Mundial de la Poesía que, a instancias de la UNESCO, se realiza el 21 de marzo para “fomentar el apoyo a los poetas, volver al encantamiento de la oralidad y reestablecer el diálogo entre la poesía y las demás artes”, además de lograr que “el arte poético no sea considerado un arte caído en desuso, sino una herramienta que permite a la sociedad reencontrar y afirmar su identidad”.

Con tal motivo, un grupo de escritores, intelectuales y sobre todo amigos, nos reuniremos a lo largo de ese día, desde las 10 de la mañana a las 10 de la noche, para homenajear a Soren Peñalver, leeremos sus poemas, versos de sus poetas predilectos* y algunos de sus textos sobre poetas y poesía.

Quienes deseen participar en este homenaje pueden ponerse en contacto con el Museo mediante el correo electrónico atencion@museoramongaya.es, o bien llamando a los teléfonos 968 221099 - 968 221180.

Foto: © Gloria Nicolás

«EUROPA PRESS. El Museo Ramón Gaya de Murcia ha elegido la figura del poeta Soren Peñalver, colaborador de LA OPINIÓN, para celebrar el 21 de marzo el Día Internacional de la Poesía; una jornada en la que se realizará una lectura continuada durante 14 horas de los poemas y artículos del vate murciano, así como de textos de algunos de sus autores favoritos –Homero, Virgilio, Dante, Garcilaso de la Vega, San Juan de la Cruz, Kavafis, Pessoa, Tagore, Borges y Miguel Hernández, entre otros–.

»Así lo anunciaron ayer la concejala de Cultura, Fátima Barnuevo, y el director del museo Ramón Gaya, Manuel Fernández-Delgado, quienes destacaron que esta iniciativa, conocida en toda Europa con la denominación de Primavera de los Poetas, es la primera vez que se celebrará en la Región de Murcia.

»Este día se conmemora en todo el planeta con lecturas multitudinarias y otros actos culturales, con el objetivo de dar a la poesía un reconocimiento y un impulso nuevo a los movimientos literarios de ámbito regional, nacional e internacional. Es por ello que el Museo Gaya se unirá este año a dicha celebración con una lectura continuada, de 10 a 24 horas, en la plaza Santa Catalina –algo que ya realiza desde hace años en el Día del Libro–.

»En este sentido, Barnuevo destacó «la coherencia» de la propuesta, «porque la poesía siempre ha estado presente en el museo y porque fue una de las predilecciones de Ramón Gaya», al tiempo que apuntó que la elección de Soren Peñalver «es de justicia, porque ha hecho mucho por el museo y por la cultura».

»Por su parte, Fernández-Delgado confirmó que a todos los que participen en la lectura se les entregará una plaquette con 15 poemas del autor murciano. Además, explicó que «como Peñalver es un ser exquisito, se leerán poemas en otras lenguas e idiomas como griego, francés, italiano, inglés o latín».

»Quienes deseen participar pueden inscribirse mandando un correo electrónico a la dirección museo.ramon.gaya@ayto-murcia.es o llamando al teléfono 968 221099.»


[Publicado en el diario La Opinión de Murcia y laopiniondemurcia.es el 3-III-2011]

16 de febrero de 2011

Internet no es el futuro, es el presente



Álex de la Iglesia en la 25 gala de los Goya. Enlace obtenido en la web de RTVE

Discurso íntegro de Álex de la Iglesia en la entrega de los Goya

Buenas noches. El día de hoy ha llegado porque hace 25 años, doce profesionales de nuestro cine, en medio de una crisis tan grave como la nuestra, caminaron JUNTOS a pesar de sus diferencias. Quiero empezar este discurso felicitando a los fundadores de la Academia.

No sólo ellos, sino todos los que me han precedido en esta institución, vicepresidentes, miembros de las juntas directivas y el conjunto de los académicos, nos han traído esta noche aquí, al Teatro Real, para celebrar el 25º aniversario de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y la existencia misma de los premios Goya. A todos, muchísimas gracias.

PUEDE PARECER que llegamos a este día separados, con puntos de vista diferentes en temas fundamentales. Es el resultado de la lucha de cada uno por sus convicciones. Y NADA MÁS. Porque en realidad, todos estamos en lo mismo, que es la defensa del cine. Quiero por ello felicitar y agradecer a todos los que estáis aquí, por caminar juntos en la diferencia, y hasta en la divergencia.

Hacemos mucho ruido, pero es que esta vez, hay muchas nueces. El choque de posturas es siempre aparatoso y tras él surge una nube de humo que impide ver con claridad. Pero la discusión no es en vano, no es frívola y no es precipitada.

No podemos olvidar lo más importante, el meollo del asunto. Somos parte de un Todo y no somos NADIE sin ese Todo. Una película no es película hasta que alguien se sienta delante y la ve. La esencia del cine se define por dos conceptos: una pantalla, y una gente que la disfruta. Sin público esto no tiene sentido. No podemos olvidar eso JAMÁS.

Dicen que he provocado una crisis. Crisis, en griego, significa "cambio". Y el cambio es ACCIÓN. Estamos en un punto de no retorno y es el momento de actuar. No hay marcha atrás. De las decisiones que se tomen ahora dependerá todo. Nada de lo que valía antes, vale ya. Las reglas del juego han cambiado.

Hace 25 años, quienes se dedicaban a nuestro oficio jamás hubieran imaginado que algo llamado INTERNET revolucionaría el mercado del cine de esta forma y que el que se vieran o no nuestras películas no iba a ser sólo cuestión de llevar al público a las salas.

Internet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente. Internet es la manera de comunicarse, de compartir información, entretenimiento y cultura que utilizan cientos de millones de personas. Internet es parte de nuestras vidas y la nueva ventana que nos abre la mente al mundo. A los internautas no les gusta que les llamen así. Ellos son CIUDADANOS, son sencillamente gente, son nuestro PUBLICO.

Ese público que hemos perdido, no va al cine porque está delante de una pantalla de ordenador. Quiero decir claramente que NO TENEMOS MIEDO a Internet, porque Internet es, precisamente, la SALVACIÓN de nuestro cine.

Sólo ganaremos al futuro SI SOMOS NOSOTROS LOS QUE CAMBIAMOS, los que innovamos, adelantándonos con propuestas imaginativas, creativas, aportando un NUEVO MODELO DE MERCADO que tenga en cuenta a TODOS los implicados: Autores, productores, distribuidores, exhibidores, páginas web, servidores, y usuarios. Se necesita una crisis, un cambio, para poder avanzar hacia un nueva manera de entender el negocio del cine.

Tenemos que pensar en nuestros derechos, por supuesto, pero no olvidar NUNCA nuestras OBLIGACIONES. Tenemos una RESPONSABILIDAD MORAL para con el público. No se nos puede olvidar algo esencial: hacemos cine porque los ciudadanos NOS PERMITEN hacerlo, y les debemos respeto, y agradecimiento.

Las películas de las que hablamos esta noche son la prueba de que en este país nos dejamos la piel trabajando. Sin embargo, el mismo esfuerzo o mayor hicieron tantas otras películas que NO HAN LLEGADO a los sobres de las candidaturas. Ellos también se merecen estar aquí, porque han trabajado igual de duro que nosotros.

Quiero despedirme en mi última gala como presidente, recordando a todos los candidatos a los Goya TAN SÓLO una cosa: qué más da ganar o perder si podemos hacer cine, TRABAJAR en lo que más nos gusta. No hay nada mejor que sentirse LIBRE creando, y compartir esa alegría con los demás. Somos cineastas, contamos historias, creamos mundos para que el espectador viva en ellos. Somos más de 30.000 personas que tienen la inmensa suerte de vivir fabricando sueños. Tenemos que estar a la altura del PRIVILEGIO que la sociedad nos ofrece.

Yo creo, con toda humildad, que si queremos que nos respeten, hay que respetar primero.

Y Por último, me gustaría contarle algo al próximo Presidente de la academia, que ya me cae bien, sea quien sea: estos han sido los dos años más felices de mi vida. He conocido gente maravillosa de todos los sectores de la industria. He visto los problemas desde puntos de vista NUEVOS para mí, lo que me ha enriquecido y me ha hecho mejor de lo que era. He comprobado que trabajar para los demás es una experiencia extraordinaria por muy duro que resulte en un principio, y sobre todo: han pasado 25 años MUY BUENOS, pero nos quedan muchos más, y seguro que serán MEJORES.

Buenas noches.

[ÁLEX DE LA IGLESIA 13/02/2011. En esta transcripción del texto se han respetado las mayúsculas enfatizadoras del discurso.]

1 de enero de 2011

Un poema de Luis Antonio de Villena, para terminar y empezar el año




CONTEMPTUS MUNDI

Es la más tonta noche de las vanidades.
Pero ninguno supimos resistirnos, y montamos
la pretendida juerga, a mayor gloria del año incipiente.
Mas al final (después del champán y la droga
y la santa lujuria) al volver a casa, amaneciendo,
en el vagón de un Metro lleno de turbios jóvenes,
de bruces me di contigo, Desprecio del Mundo,
viejo señor medieval, ilustrísimo tópico de la literatura,
que te reías de mí por haber intentado
(y a ratos conseguido) ser más feliz
de esa manera recalcitrante y orgiástica
que en ti no piensa o te sueña en el limbo...
Y sin embargo, al verte ahí de frente,
con tu abrigo de piel, los guantes puestos,
y un delgado bastón entre rústico y fino
(apoyado al otro extremo del vagón, sonriendo)
pensé que tenías razón —muchas veces lo he dicho—
y que debía disponerme a estar a bien contigo.
Tomás de Kempis, me parece muy duro.
Mas puedo acordarme de Don Juan de Arguijo
que fue rico y famoso y perdió la fortuna,
y escribió en soneto de admirable buril:
¿Quién las mudanzas de la suerte ignora?
Si la droga te atonta y los chicos se marchan
(cambian mucho), si el alcohol es garrafa,
y lo que dura de una noche insigne
es vacío y tristeza, impotencia y resaca;
si de todo cuanto haces y pretendes,
si del amor y la amistad que amas,
sólo va a quedar polvo en la cara de un viejo
¿a qué seguir bregando?, me contestas.
El bien que no perdura importa poco,
y es estúpido asimismo temer un mal que acaba.
Llévame contigo, Desprecio del Mundo,
grité cuando el convoy entraba en mi parada.
Al restringido claustro, a la pequeña casa
en la alta montaña, al cuarto erudito,
donde nada importa la infame gritería
o el voraz batallar del carnaval del siglo...
Libre de la Fortuna y de su rueda,
poseyendo lo mínimo y no queriendo nada,
me pasearé contigo por silvanos paisajes,
intentando creer (aunque sea difícil)
en un allá remoto de encendida justicia.
Entraba ya en mi casa, apuntando un sol frío,
tan a buenas contigo, adusto gentilhombre postrimero,
que hasta creí dichosa mi noche malgastada.
Pero al meterme en cama, dispuesto ya a dormir,
pensé en ese cuerpo (vicioso, me dijeron) que entreví
en la fiesta, y pensé en el amor que todavía espero,
y sentí que era hermosa la juventud que acaba,
y digno de vivirse el frenesí del vino,
y maravilloso rodar por la pendiente, si has ardido
entre copas y pasiones, y el júbilo te ha roto
con su cristal brillante. Deseé un nuevo día,
oh Desprecio del Mundo, y otra fiesta otra noche,
y mil jóvenes dispuestos a hacerme compañía,
y un poco más de euforia, aunque fuese comprada,
por ascender a la excelsa región de la alegría.
Adiós, mi medieval amigo. Yo sé que eres verdad,
y sé que tú serás mi última guarida.
Pero ahora, hasta me gusta más la Nochevieja,
y me siento dispuesto a seguir siendo malo
y loco e insensato muchas veces y horas,
para morir derrotado por la roja pasión,
hundiéndome en la vida (que te engaña)
y gozando hasta el fin con su beso baldío.
Sólo lo que has gastado (enseña el proverbio chino)
es tuyo por completo. Como la rosa, la juventud,
el placer, la ilusión, el amor quimerista,
que se escapan y huyen, dejándote un vacío
(que antes fue plenitud) y este aroma liviano y sostenido.

[Del libro Como a lugar extraño (1985-1989), Visor, 1990. Recogido posteriormente en La belleza impura. Poesía 1970-1989, Visor, 1996.]

23 de diciembre de 2010

Peter Hofmann


(Foto:  Clive Barda para el libretto del album original de Phillips )

Peter Hofmann no ha sido, desde luego, el mejor Tristan, pero fue mi primer Tristan, y eso marca... Tras luchar durante tres lustros contra la enfermedad Parkinson que terminó relegándole a una silla de ruedas el tenor alemán fallecía la madrugada del pasado 30 de noviembre a los 66 años en una clínica de Selb, pequeña localidad al sur de Alemania a pocos kilómetros al noreste de Bayreuth, donde vivía retirado desde que dejara los escenarios en 2004.
Como cantante wagneriano debutó en Bayreuth como Siegmund en la Tetralogía de Boulez-Chereau (pero ya había cantado rock en una banda hasta que a los 17 años empezó a estudiar canto). El Tristan lo grabó con Bernstein en el 83 (centenario de la muerte de Wagner) con la mejor Isolde post-Nilsson y pre-Meier, Hildegard Behrens, fallecida el año pasado. Una grabación que salió prácticamente a la par que la de Kleiber y fue muy polémica y criticada en su momento, especialmente por los wagnerianos de la vieja guardia. Recuerdo haberle preguntado al respecto (como el crío que era por entonces) a Eduardo Pérez Maseda tras una conferencia que dió en Murcia, y su opinión estaba mucho más cerca de la mía que de la de quienes denostaban esa grabación en general y la interpretación de Hofmann en particular. Pero hay que señalar que la Penguin Guide (que era como una Biblia entonces para nosotros, operófilos primerizos) alababa abiertamente esa interpretación y le otorgaba las tres estrellas a la grabación en conjunto... Creo que el suyo es uno de esos casos de cantantes prematuramente quemados por ceder a la tentación del mercado y asumir demasiado pronto los roles más pesados del repertorio: Hofmann debutó como Tamino en el 72 (28 años) y sólo cuatro después, en el 76 (con 32), asumió el Siegmund, cuando el hoy famoso Jonas Kaufmann, por ejemplo (nacido en el 69, y tan aclamado por unos como denostado por muchos otros), debutó en 1992 (con 23), estuvo mucho tiempo limitándose al repertorio más lírico (muchos papeles mozartianos), para empezar a partir de 2007 a cantar papeles de lírico-spinto (Don José, Cavaradossi, Lohengrin) y sólo ahora, cumplidos los 40, debutará como Siegmund (en el MET en enero)... Otro caso parecido al de Hofmann podría considerarse el del danés Poul Elming (n. 1949), al que muchos recordarán como el Siegmund de la Tetralogía Baremboim-Kupfer de Bayreuth (bastante potable, todo hay que decirlo, lejos de voces claramente inadecuadas y con un vibrato insoportable como la de Seiffert, aplaudidísimo sin embargo en el Ring valenciano de La Fura). Elming también parecía augurar un futuro prometedor (al menos como intérprete de los roles wagnerianos menos pesados) pero no tardó mucho en desaparecer de los grandes escenarios internacionales y actualmente (desde 2007) se desempeña al parecer como director musical de la Orquesta Sinfónica de su Aalborg natal...

12 de noviembre de 2010

Fútbol y homosexualidad


(Foto: AP - ElMundo.es)

Me llegó ayer a Facebook, por medio de Leo del Mar, el enlace a una noticia en el diario El Mundo en la que no había reparado y que resulta, cuando menos, curiosa. Que ha habido y hay jugadores gays lo sabe casi todo el mundo de dentro del fútbol y mucha gente de fuera pero, por mucho que lo pida Mario Gómez (o una decena o más de jugadores de los que tienen mayor repercusión mediática) la consigna va a seguir siendo la que expresa el representante de uno de los futbolistas que protagonizan la reciente telenovela argentina  Botineras,  en la que se aborda este tema sin tapujos: en la escena [que transcribo debajo] el representante le dice algo que, aunque se trate de una ficción, se parece demasiado a la realidad:


«Todos nos damos cuenta que el Lalo te gusta [...] A mí realmente no me interesa lo que te pase con él, es por ti, no es un problema mío, es tuyo. Digo... no quiero un quilombo para resolver nuevo [...] Si abres la boca de más, os fuiste para siempre. Esto es fútbol, es algo que te estás olvidando. Mirá cuando salís a la cancha y todo el mundo sabe que te estás comiendo a un compañero de trabajo, todos sabemos de todo en el fútbol, pero la hinchada no te lo va a perdonar, porque no hay periodistas gays, no hay dirigentes gays, no hay jugadores gays, no existen los gays».

También en la mencionada red social Lola Gracia, amiga feisbuquera y escritora y bloguera ella misma, me apunta «que salgan si quieren... Es una decisión muy personal ¿No?» Y le contesto que de decisión personal, nada de nada. Cualquier jugador en activo que salga del armario (al menos fuera del estrecho y estricto ámbito del propio vestuario o, como mucho, del propio club) está condenado hoy por hoy a abandonar ese deporte como los que han sobrevivido al paro cardiaco y se han librado por los pelos de la muerte súbita...

En el artículo que me pasa Leo se menciona también a Marcus Urban, que por lo que yo sabía no llegó siquiera a poder jugar como profesional en la Bundesliga. Puede que no lo hayan visto si no les gusta el fútbol, pero uno de los espectáculos más bochornosos que he podido contemplar (y no en uno sino en varios partidos del Real Madrid) es prácticamente a TODO el público del Santiago Bernabeu CANTÁNDOLE a uno de sus ídolos, casado y con hijos (independientemente de que sea cierta o no su pretendida homosexualidad, que ni lo sé ni me importa) una canción popular a la que habían cambiado la letra original por la frase "Guti maricón" repetida una y otra vez...

Añade Leo que "desde luego, pocos tendrán el valor de Justin Fashanu (hasta su hermano, también futbolista, lo repudió). Incluso se acabó suicidando. Gareth Thomas (rugby) se ve que antes que suicidarse prefirió hacer su particular outing y, bueno, parece que se le respeta un poco más, al menos entre sus compañeros". Sobre Justin Fashanu y su caso puede encontrarse mucha información en internet, pero quiero destacar este reportaje de la web de la BBC (en inglés), del que me interesa sobre todo ahora destacar el siguiente pasaje:

La homosexualidad sigue siendo algo acerca de lo que los futbolistas profesionales no suelen hablar, y mucho menos admitir. El maltrato de los fanáticos y colegas hacia Fashanu en la década de 1980 sigue siendo un factor desmotivador para los futbolistas que se han planteado 'salir del armario'. A pesar de los anuncios [de marcado carácter] homoeróticos protagonizados por futbolistas, en los que se retratan sus cuerpos y su masculinidad, el fútbol está obsesionado aún por representar una imagen de macho. [...] Sin embargo, el controvertido agente Justin, Eric Hall, considera que no hay más futbolistas profesionales homosexuales, y cree que nunca los habrá. Dice que el fútbol no es compatible con ser gay.

Esto último recuerda bastante a las penosas declaraciones recientes del presidente de la Federación Croata de Fútbol, Vlatko Markovic, que ha dicho a un diario de su país que mientras él ocupe ese cargo no permitirá la presencia de jugadores homosexuales en el equipo nacional. No ha sido la única demostración de homofobia de Markovic: preguntado por el diario Vecernji List si de hecho había conocido algún caso de jugador de fútbol gay, Markovic lo ha negado diciendo que "afortunadamente, al fútbol solo juega la gente normal"

2 de noviembre de 2010

Don Juan en el cementerio



Así gritó a la noche que no habría
sepulcro sin su sombra,
ni lápida en la cual no se pudiera
—combinando las letras de otro modo—
reconocer su nombre.

Gritó tan vivamente que los muertos
temblaron en sus tumbas,
y muchos que le habían conocido,
amado o despreciado,
sufrieron pesadillas o cayeron
de sus lechos al suelo.

Estaba allí, los brazos extendidos
hacia el cielo, borracho, desafiante,
entre aquel mar de cruces,
una más de las pálidas estatuas
bañadas por la luna.

Estaba allí don Juan y maldecía
la estirpe y la memoria de su víctima,
la imagen del creador, del omnisciente
dramaturgo que se atrevía a usarle
como actor de su drama.

Allí estaba don Juan retando a duelo
al más allá, invitándole a su mesa,
para poder gritarle una vez más
—la última— que no se arrepentía.

26 de octubre de 2010

El coloquio de los perros, nº 27



Fiel a su cita (semestral ahora) y al grito de ¡Adelante, adelante, siempre adelante!, aparece de nuevo El coloquio de los perros, que con este número 27 cumple diez años de entrega a la literatura en general y a la poesía en particular. Viene repleto en esta ocasión tan especial con poemas de Jordi Doce, Piedad Bonnett, Txús García, Alberto Chessa, Andrés Malpaso, Rómulo Bustos Aguirre, Estefanía Muñiz, Gontzal Díez, Lola Schutz, Pedro Luis Casanova, Marian Raméntol, Victor Hugo, Nouara Lahrash, Jean-Claude Pirotte, Ruy Ventura, Mircea Oprita, Khalid Raissouni, e e cummings y Renate Neumann; cuentos de Daniel Battiston, Luis Topogenario, Rolando Revagliatti, Daniel Sánchez Pardos, Mercedes Soca Gil y Mª Ángeles Esteves, así como un fragmento de Mi amor desgraciado (Siruela), la nueva novela de Lola López Mondéjar, que anda estos días de presentación en presentación.

Además, entrevistas a Manuel Vilas, Ariadna G. García y Fulgencio Martínez, así como un interesante coloquio o entrevista mutua entre Cristina Morano y Óscar Curieses acerca de sus respectivas poéticas y los libros en que las han plasmado. Y artículos sobre la conveniencia e inconveniencia de las notas a pie de página (Sergio B. Landrove), la peligrosa preeminencia de lo fragmentario (Julio Monteverde), Gabriela Mistral (Agata Sapienza), Allan Poe (Carmen Mª Izquierdo Rivera) o Vargas Llosa (Pedro García Cueto), junto a otros dedicados a las figuras míticas o arquetípicas de Fausto, Don Juan y Hamlet (Elena Nicolás Cantabella, Enrique García Díaz y Emilio J. Álvarez Castaño).

La poesía visual y la fotografía vienen de la mano de Mar Lozano Reinoso (El poema que tejió la araña) y Marisa Martínez Pérsico (Juan Rulfo: Barda tirada en un campo verde). Y, como viene siendo habitual, también la reflexión y el análisis sobre la música, el cine y la televisión tienen una presencia importante, con sendos artículos dedicados a la imprescindible figura de Lawrence Davies (Alejandro Hermosilla Sánchez), a Peter Gabriel (Antonio J. Ubero) y a la obra Polifemo AV39 para banda sinfónica del compositor Andrés Valero Castells (José Antonio Hernández Arce), así como a Bob Esponja (José Óscar López) y al "musicoanálisis" de dos películas recientes de Woody Allen, Melinda & Melinda y Scoop.

Bienvenido sea pues este nuevo número de la veterena revista digital, feliz décimo aniversario y de nuevo ¡Adelante, adelante, siempre adelante!

11 de octubre de 2010

Ha muerto «La Stupenda»





Su Norma junto a Caballé y Pavarotti fue mi primera Norma. Su Turandot (también con el de Módena y la catalana) mi primera Turandot. Sus Contes d'Hoffmann junto a Domingo y Bacquier mis primeros Contes d'Hoffmann y los que más he oído y sigo oyendo, pese a las muchas (magníficas y musicológicamente más ajustadas o completas) grabaciones que se hicieron y compré después. Sus Puritani de 1963 con Pierre Duval no fueron los primeros, pero siguen estando entre las tres grabaciones de esa ópera que más oigo (por detras de la de Sills y por delante de la de Gruberova).



Dos recopilaciones de arias cantadas por ella (una de las cuales escucho por enésima vez mientras escribo estas líneas) fueron mis primeros recitales en cd, allá por los finales de los ochenta y primeros noventa: no recuerdo la cantidad de veces que tuve que hacer copias para amigos y/o amantes de estos dos discos, pero fueron muchas (la gente se quedaba literalmente enganchada, profanos incluidos). En el primero de ellos comienza con el aria Let the bright seraphim del Samson de Haendel y sigue con este Il bacio de Luigi Arditi:



Recuerdo todavía como si fuera ayer mismo cómo mi profesora de canto nos explicaba el handicap que debió de haber supuesto para la soprano australiana la peculiar fisonomía de su rostro (su prognatismo) y cómo había sabido superar las enormes dificultades que eso entraña a la hora de colocar la voz en la máscara, a expensas quizá de "ahuecar" y tornar ciertamente extraña su pronunciación, característica que muchos de sus detractores (que los ha tenido, ¡insensatos!) han utilizado a lo largo de los años como demérito de sus prestaciones interpretativas. Por lo demás, cualquiera que la haya conocido (era frecuente verla pasear por las Ramblas cada año en los días del Viñas, de cuyo jurado formó parte en muchas ocasiones) o visto alguna de sus entrevistas sabrá que era una mujer encantadora y dulce, con un extraordinario sentido del humor y una risa contagiosa.

Estas últimas semanas he estado viendo varias veces la notable produccion de Anna Bolena que la Canadian Opera Company ofreció en Toronto a finales de mayo de 1984, cuyo reparto encabezó ella (algo mayor ya para el papel, pero mejor de voz que en la grabación de estudio de 1987, y dueña como siempre del estilo y de todos sus recursos técnicos) junto al sorprendente Henry VIII de un joven James Morris, la Seymour de Judith Forst, y el Percy de Michael Myers (supongo que sólo razones puramente comerciales —en razón de su brillante carrera posterior— justifican que la portada del DVD destaque junto a los nombres de estos dos últimos cantantes el de un entonces desconocido Ben Heppner, en el breve papel comprimario de Harvey).



Poco podía imaginar que hoy me encontraría con la noticia de que falleció la madrugada de ayer domingo a los 83 años, tras una larga enfermedad, en Les Avents (Suiza) donde residía junto a su marido y mentor, el director de orquesta Richard Bonynge. Sobra repetirlo, pero su arte es de veras adictivo. Para quienes tengan curiosidad o simplemente crean que exagero, YouTube les ofrece la posibilidad de hacer un repaso de su carrera tan somero o detenido como gusten, pinchen cualquiera de los enlaces que he puesto aquí y déjense llevar de un vídeo a otro, no les defraudará.