13 de noviembre de 2009

Un poema de Soren Peñalver


[Foto: Ángel Paniagua]

Revisando y ordenando papeles del pasado literario me he encontrado con un ejemplar de La puerta falsa, revista cultural de la asociación de escritores y artistas que, durante varios años, se reunieron y organizaron diversas actividades y ciclos de recitales en el mítico y homónimo bar de la calle San Martín de Porres de Murcia. No voy a mencionar todos los nombres, pero ese número, correspondiente a diciembre de 2003, podría muy bien considerarse una pequeña y buena antología de la poesía hecha en Murcia en los últimos 15 ó 20 años. Dicho lo cual aclaro que no es mi intención ahora ofrecerles los dos poemas míos que contiene, (Muere Sócrates y Oscuro ángel de luz, del libro Una canción extranjera) sino éste de Soren Peñalver que tan gratamente he redescubierto entre sus páginas, pues no recordaba que él –parco siempre en colaboraciones poéticas– hubiera también participado en ese número de la revista. Me entenderán si les digo que no me importaría haberlo escrito yo:


DEDICATORIA DEL MAR


Era el mar en los ojos de un niño
de la mano del padre por primera
vez contemplado. Fue luego la mar
abismal de los versículos bíblicos,
los epitafios solemnes de Nantucket;
los indómitos mares de Melville. La mar
de las óperas de Britten, de los coros
oceánicos de Delius; fragor exultante
como los cantos de Whitman. Visión
desnuda a la luz de los días, presencia
con las noches vestida: el estático mar
de las fotografías donde aparecemos,
sonrisueños y enfundados en oscuros
abrigos con centelleantes botones;
juntos los rostros que salpican
el olear de sus maternas aguas.
Es el mar íntimo de una dedicatoria
que yo deseé escrita por tu mano
al pie de un retrato de Cernuda,
éste que siempre presidiera la estancia
por ti ocupada, y con su proyección
inundaba la mar de la mañana, el mar
desbordado por la luna. La mar de estos
versos que nunca habrán de envejecer
ni morir como la pasión, como nosotros:
El mar, única criatura que pudiera
asumir tu vida poseyéndote…
Soren Peñalver

6 comentarios:

llvllurciana dijo...

Nunca había leído nada de Soren y he de decir que me ha gustado mucho.
No me extraña que te hubiera gustado escribirlo tú :)

Un beso, Ángel mío.

El hurón y la galería dijo...

Versos que nunca habrán de envejecer, como tampoco el poeta que los escribió.

AMA dijo...

Es un insulto para el mar si hablamos sobre Él vestidos.

O el ogua deja de estar mojada, o nosotros vestidos tanto fisica como metafísicamente.

Anónimo dijo...

Supongo, Antonio, que a ese comentario debería responderte el propio Soren. Un abrazo.

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

Qué hermoso poema has elegido, Ángel, para hacerle un homenaje al amigo que tan bien conoces.
Guardaré su exquisita esencia siempre en el corazón.
Un abrazo!!

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

Al hilo de lo que dices sobre La Puerta Falsa, aunque nada tiene que ver con Soren, te dejo un enlace de mi blog de un nº de esa revista, en la que coincidimos Antonio Durá y yo....(no en la misma página claro)
....Curiosidades de la vida, Ángel....
Otro abrazo!
http://idilioinexistente.blogspot.com/2009/06/publicacion-en-la-revista-cultural-de.html